¿Qué somos ?

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San José, Costa Rica
Estamos formando un partido político donde sean los principios del Bien Común los que prevalezcan en todas nuestras actuaciones. Queremos agrupar a todos los costarricenses que creen todavía en la moral, la ética y la decencia, y que deseen servir a la patria y al prójimo. Unete a nosotros y comienza a escribir la historia de la nueva Costa Rica. Sólo juntos vamos a lograr construir un país más educado, justo y solidario. Los hechos del pasado y la realidad de hoy, claramente indican que no somos bien gobernados ni respetados. Se cometen atropellos contra nuestra constitución, contra nuestra soberanía y contra todas nuestras más apreciadas tradiciones. Tradiciones que nos daban credibilidad y respeto ante el mundo, y que hoy irresponsablemente han sido desvalorizadas y pisoteadas. No queremos seguir en lo mismo, por eso necesitamos preparar desde ya el terreno para garantizar poder llegar bien armados a dar la lucha en la elección del 2014 y para eso lo necesitamos a Ud.

lunes, 24 de mayo de 2010

PRESENTACION

PRESENTACION OFICIAL

Estimados y estimadas costarricenses, amigos y amigas :


Como coordinador general provisional de éste nuevo partido político, es para mi un honor y un privilegio presentarles lo que considero es y será a futuro, la mejor opción política con miras a las elecciones del 2014 y a las futuras elecciones democráticas de éste país.


Lo digo en esa forma porque ya hemos visto como los partidos tradicionales han venido desgastándose hasta casi su extinción, para darle paso a nuevas corrientes de pensamiento y nuevos líderes. Costa Rica no ha escapado a la globalización del mundo, y ya no es la misma en la que vivieron nuestros abuelos. Hoy día son nuevos retos los que se deben asumir, trasformaciones en el campo político, social y productivo deben darse para pensar en salir del subdesarrollo.


El partido Resurgir ha adoptado la bandera del bien común, porque sin duda la política y la Administración Pública es lo que debe tener siempre como fin último, y su pensamiento reflexivo, filosófico y proactivo debe tener esa orientación. Pretendemos ser un partido pragmático, adoptando lo bueno de las ideologías ya existentes y respetando siempre la voluntad de las mayorías.


Todo inicia con la reflexión constante y sistemática de un grupo de amigos que a diario nos reunimos y analizamos el acontecer nacional en un contexto globalizado, reforzado con el contacto humano con muchísimas personas en distintos barrios, trabajadores industriales, ruteros, mensajeros, amas de casa, estudiantes etc. que representan el sentir de una gran mayoría de los costarricenses de muy diferentes condiciones económicas y con una diversidad de problemas e inquietudes y una visión de la Costa Rica que desean para su disfrute y para heredar a las futuras generaciones.


Revisamos y estudiamos el documento llamado “Aportes para una nueva Costa Rica inclusiva y solidaria” presentado en el 2005 y firmado por ANEP, ASDEICE, CONACOOP, Federación de Estudiantes ITCR, Eva Carazo, Albino Vargas Barrantes, Román Macaya Hayes, Juan Manuel Villasuso Estomba y 17 firmas más. El documento contiene aportes de Alberto Salom Echeverría, José Miguel Villalobos Umaña, José Miguel Corrales, Ottón Solís Fallas, José Merino del Río, Rolando Araya Monge y 7 nombres más.
Apoyamos y asumimos los compromisos de la Declaratoria Universal del Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad.


Uniendo todos éstos sentires, visiones, preocupaciones, ideas y propuestas y como abanderados del bien común, y ante la falta de iniciativa de otros costarricenses que no dan un paso como éste, decidimos pasar a la acción y ofrecer al país una alternativa política conformada por personas nuevas, capaces y con muchas ganas e ilusión por servir y cuya trayectoria de vida a estado lejos de la contaminación política partidista. Creemos que Costa Rica es un país de gente capaz, con muchos profesionales jóvenes muy calificados, gente buena con deseos de servir pero que no se han acercado a la política porque no se ven dentro de los partidos tradicionales.


Los principios del Bien Común, son los mismos que plantearon Aristóteles y Platón, adaptados a la época moderna, a la era de la tecnología y a la realidad nacional, adicionándole los derechos del planeta a mantenerse vivo, verde, limpio y con todos sus ecosistemas, y el deber de los costarricenses de cuidar la parte de él que nos corresponde.


Sentimos que el modelo de desarrollo planteado hasta ahora por los partidos que han gobernado Costa Rica, es lo que no ha permito a éste país salir del subdesarrollo. Un país entrabado y atrapado por una maraña de leyes y reglamentos exagerados y obsoletos, un modelo de Gobierno que creció como crece un árbol que nunca se podó, se hizo demasiado grande pero creció en forma desordenada y hoy es difícil de administrar.



Costa Rica podrá entonces, enderezar el rumbo hacia el desarrollo y la estabilidad social y económica de sus ciudadanos, en la medida en que despoliticemos la política, le demos rostro humano y le demos oportunidad a nuestros filósofos criollos y a los buenos administradores de demostrar que se puede servir a la patria en forma eficiente sin ser parte de lo que le han llamado “la clase política”.

Para lograr que esa visión se convierta en realidad, El Partido Resurgir del Bien Común presenta lo que hemos llamado : “Carta Compromiso con Costa Rica”, ( ver en página aparte ) en el que quedan plasmados nuestros compromisos como agrupación política y por ende también de quienes somos hoy y serán en el futuro, miembros del partido.

Muchas gracias a todos.


Johnny Schmidt Carboni

sábado, 22 de mayo de 2010

DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN

Preámbulo

CONSIDERANDO que Tierra y Humanidad son parte de un vasto universo en evolución y que poseen el mismo destino, amenazado de destrucción por la irresponsabilidad y por la falta de cuidado de los seres humanos, y que la Tierra forma con la Humanidad una única entidad, compleja y sagrada, como queda claro cuando se la ve desde el espacio exterior, y que, además, la Tierra es viva y se comporta como un único sistema autorregulador formado de componentes físicos, químicos, biológicos y humanos que la hacen propicia a la producción y reproducción de la vida y que por esto es nuestra Gran Madre y nuestro Hogar común. Tomando en cuenta que la Madre Tierra es compuesta por el conjunto de los ecosistemas en los cuales generó una multiplicidad magnífica de formas de vida, todas interdependientes y complementarias, formando la gran comunidad de vida, y que existe un lazo de parentesco entre todos los seres vivos por que todos son portadores del mismo código genético de base que funda la unidad sagrada de la vida en sus múltiples formas y que, por lo tanto, la Humanidad es parte de la comunidad de vida y el momento de conciencia y de inteligencia de la propia Tierra haciendo que el ser humano, hombre y mujer, sea la misma Tierra que habla, piensa, siente, ama, cuida y venera.
CONSIDERANDO que todos los seres humanos con sus culturas, lenguas, tradiciones, religiones, artes y visiones de mundo constituyen la única familia de hermanos y hermanas con igual dignidad e iguales derechos, y que la Madre Tierra providenció todo lo que necesitamos para vivir y que la vida natural y humana depende de una biosfera saludable, con todos los ecosistemas sostenibles, con agua, bosques, animales e incontables microorganismos preservados, y, además, que el creciente calentamiento global y puede poner en riesgo la vitalidad y la integridad del sistema Tierra y que graves devastaciones pueden ocurrir afectando millones y millones de personas y eventualmente inviabilizar la supervivencia de toda la especie humana.
Recordando que hay que renovar y orgánicamente articular el contrato natural con el contrato social que ganó un rol de exclusividad y que propició el antropocentrismo e instauró estrategias de apropiación y dominación de la naturaleza y de la Madre Tierra ya que el modo de producción vigente en los últimos siglos y actualmente globalizado no ha conseguido atender a las demandas vitales de los pueblos, generando más bien un foso profundo entre ricos y pobres.
CONSIDERANDO, finalmente, que la conciencia de la gravedad de la situación crítica de la Tierra y de la Humanidad hace imprescindibles cambios en las mentes y en los corazones y que se forje una coalición de fuerzas al rededor de valores comunes y principios inspiradores que sirvan de fundamento ético y de estimulo para prácticas que busquen un modo sostenible de vivir. Las personas, las instituciones, los lideres políticos, las ONGs, las religiones y iglesias que subscriben esta Declaración ven la urgencia de que se proclame la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN DE LA TIERRA Y DE LA HUMANIDAD cuyos ideales y criterios deben orientar los pueblos, las naciones y todos los ciudadanos en sus prácticas colectivas, comunitarias y personales y en los procesos educativos para que el Bien Común sea progresivamente reconocido, respetado, observado, asumido y promovido universalmente en vista del buen vivir de cada uno y de todos los habitantes de ese pequeño planeta azul-blanco, nuestro Hogar Común.

Artículo 1
El Bien Común supremo y universal, condición para todos los demás bienes, es la misma Tierra que, por ser nuestra Gran Madre, debe ser amada, cuidada, regenerada y venerada como a nuestras madres.
I. El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad pide que entendamos la Tierra como viva y sujeto de dignidad. No puede ser apropiada de forma individual por nadie, ni hecha mercancía, ni sufrir agresión sistemática por ningún modo de producción. Pertenece comunitariamente a todos los que la habitan y al conjunto de los ecosistemas.
II. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad exige proteger y restaurar la integridad de los ecosistemas, con especial preocupación por la diversidad biológica y por todos los procesos naturales que sustentan la vida.
III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es fortalecido cuando todos los seres son vistos como interconectados y con valor intrínseco, Independientemente de su uso humano.

Artículo 2
Para asegurar el Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es necesario reducir, reutilizar y reciclar materiales usados en la producción y en consumo, garantizar que los residuos puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos y buscar el bien vivir a partir de la soportabilidad de los ecosistemas, en cooperación con los otros y en armonía con los ritmos de la naturaleza.
I. El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad resulta de la utilización sostenible de los bienes renovables como agua, suelos, productos florestales y vida marina de forma que puedan ser repuestos y garantizados para las actuales y las futuras generaciones.
II. El manejo de los bienes no-renovables, como minerales y combustibles fósiles, debe ser realizado de tal forma que disminuya su extinción y no dañe gravemente el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad.

Artículo 3
Adoptar padrones de producción y consumo que garanticen la vitalidad y la integridad de la Madre Tierra, la equidad social en la Humanidad, el consumo responsable y solidario y el bien vivir comunitario.
I. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad requiere la utilización sostenible de las energías disponibles, privilegiando las matrices renovables y otras fuentes alternativas como la energía del sol, del viento, de las mareas y la agroenergía.
II. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad es potenciado cuando se disminuye al máximo la polución de cualquier parte del ambiente de forma a evitar los efectos perversos del calentamiento global y no permitir el aumento de substancias radioactivas, toxicas y de otras substancias químicas peligrosas.
III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad no es compatible con la existencia de armas nucleares, biológicas y químicas y otras armas de destrucción masiva que deben ser eliminadas totalmente.


Artículo 4
La biosfera es un Bien Común de la Tierra y de la Humanidad y es patrimonio compartido por todas las formas de vida, de la cual los seres humanos son tutores.

Artículo 5
Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad los recursos naturales, como el aire, los suelos, la fertilidad, la flora, la fauna, los genes, los microorganismos y las muestras representativas de los ecosistemas naturales y el espacio exterior.
I. El agua pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad porque es un bien natural, común, vital y insustituible para todos los seres vivos, especialmente para los humanos que tienen derecho a su acceso, independientemente de los costos de su captación, reserva, purificación y distribución que serán asumidos por el poder publico y por la sociedad.
II. Los océanos son un Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque constituyen los grandes repositorios de vida, los reguladores de los climas y de la base física y química de la Tierra.
III. Los bosques pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad, contienen la mayor biodiversidad del planeta, la humedad necesaria para el régimen de lluvias y son los grandes secuestradores de dióxido de carbono.
IV. Los climas pertenecen al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad porque son la condición esencial de la manutención de la vida y los cambios climáticos deben ser tratados globalmente y con una responsabilidad compartida.

Artículo 6
Pertenecen al Bien Común de la Humanidad y de la Tierra los alimentos en su diversidad y los recursos genéticos filogenéticos necesarios para su producción sobre los cuales es interdictado todo tipo de especulación mercantil.

Artículo 7
Son Bienes Públicos de la Humanidad las energías necesarias a la vida, la salud y la educación, los medios de comunicación, la Internet, los correos y los transportes colectivos. Las medicinas producidas por laboratorios privados, después de cinco años pasan a pertenecer al Bien Común de la Humanidad y en emergencias hacerlas inmediatamente publicas.

Artículo 8
Las actividades petroleras y mineras y los agrocarburantes deben estar sometidos a un control estatal y social en razón de los efectos dañinos que pueden tener sobre el Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra.

Artículo 9
El gran Bien Común de la Tierra y de la Humanidad son los seres humanos, hombres y mujeres, portadores de dignidad, conciencia, inteligencia, amor, solidaridad y responsabilidad.
I. Hay que afirmar la dignidad inherente de todos los seres humanos y su potencial intelectual, artístico, ético e espiritual.
II. La misión de los seres humanos es de cuidar y proteger la Tierra y la Humanidad como herencias recibidas del universo.
III. Las comunidades en todos los niveles tienen la obligación de garantizar la realización de los derechos y de las libertades fundamentales, creando las condiciones para que cada persona realice su pleno potencial y aporte al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad.

Artículo 10
Pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad todos los saberes, artes y técnicas acumuladas a lo largo de la historia.
I. El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad requiere reconocer y preservar los saberes tradicionales y la sabiduría espiritual de todas las culturas que contribuyen a cuidar de la Tierra, a desarrollar el potencial de la Humanidad y a favorecer el Bien Común.
II. El Bien Común de la Humanidad pide incrementar con recursos financieros, técnicos, sociales e intelectuales a los pueblos pobres y vulnerables para que alcancen un modo de vivir sostenible y colaboren con el Bien Común.
III. El Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad cobra la erradicación de la pobreza como un imperativo humanitario, ético, social, ambiental y espiritual.
IV. La justicia social y ecológica no pueden ser disociadas porque ambas sirven al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad.
V. Pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad la equidad de género, la superación de todo tipo de discriminación, la protección de los niños y niñas contra toda violencia y la seguridad social de todos aquellos que no pueden mantenerse por su propia cuenta.

Artículo 11
Pertenece al Bien Común de la Tierra y de la Humanidad todas las formas de gobierno que respetan los derechos de cada ser humano y de la Madre Tierra y propician la participación activa y inclusiva de los ciudadanos en la toma de decisiones, favorecen el acceso irrestricto a la justicia y cuidan del entorno ecológico.

Artículo 12
El Bien Común de la Tierra y de la Humanidad demanda que se protejan las reservas naturales incluyendo tierras salvajes y áreas marinas, los sistemas de sustento de la vida en la Tierra, las semillas, la biodiversidad y se rescaten especies amenazadas y ecosistemas devastados.
I. Controlar la introducción de especies exógenas y someter rigurosamente al principio de prevención a todos los organismos genéticamente modificados para que no causen daños a las especies nativas y a la salud de la Madre Tierra y de la Humanidad.
II. Garantizar que los conocimientos de los varios campos del saber que son de vital importancia para el Bien Común de la Tierra y de la Humanidad sean considerados de dominio público.
III. Es vedado patentar recursos genéticos fundamentales para la alimentación y la agricultura y los descubrimientos técnicos patentados deben guardar siempre su destinación social.

Artículo 13
Pertenecen al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la multiplicidad de las culturas y de las lenguas, los diferentes pueblos, los monumentos, las artes, la música, las ciencias, las técnicas, las filosofías, la sabiduría popular, las tradiciones éticas, los caminos espirituales y las religiones.

Artículo 14
Pertenece al Bien Común de la Tierra viva y de la Humanidad la hospitalidad por la cual acogemos y somos acogidos unos a otros, como habitantes del mismo Hogar común, la Tierra.

Artículo 15
Pertenece al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la socialidad y la convivencia pacífica con todos los con los seres humanos y con los seres de la naturaleza porque todos somos hijos y hijas de la Madre Tierra y somos corresponsables por el mismo destino común.

Artículo 16
Pertenece al Bien Común de la Humanidad la tolerancia que acoge las diferencias como expresiones de la riqueza de la única naturaleza humana y que no permite que tales diferencias sean consideradas como desigualdades.

Artículo 17
Pertenece al Bien Común de la Humanidad la comensalidad que expresa el sueño ancestral de todos los pueblos de sentar juntos, como hermanos y hermanas de la misma familia, alrededor de la mesa, comiendo y bebiendo alegremente de los frutos de la generosidad de la Madre Tierra.

Artículo 18
Pertenece al Bien Común de la Humanidad la compasión por todos los que sufren en la naturaleza y en la sociedad, aliviando sus padecimientos y impidiendo todo tipo de crueldad a los animales.

Artículo 19
Pertenece al Bien Común de la Humanidad los principios éticos del respeto a cada ser, del cuidado de la naturaleza y de la responsabilidad universal por la preservación de la biodiversidad y por la continuidad del proyecto planetario humano y los principios de cooperación y de la solidaridad de todos con todos partiendo de los mas necesitados, para que todos sean incluidos en la misma Casa Común.

Artículo 20
Pertenece al Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad la permanente búsqueda de la paz que resulta de la correcta relación consigo mismo, de todos con todos, con la naturaleza, con la vida, con la sociedad nacional y internacional y con el gran Todo del cual somos parte.

Artículo 21
Pertenece al Bien Común de la Humanidad y de la Madre Tierra la convicción de que una Energía amorosa subyace a todo el universo, sustenta a cada uno de los seres y puede ser invocada, acogida y venerada.

Artículo 22
Todos estos ideales y criterios del Bien Común de la Madre Tierra y de la Humanidad prolongan y refuerzan los derechos humanos contenidos en la Declaración de los Derechos del Hombre proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea de la ONU, que será ahora complementada y enriquecida con los derechos de la Madre Tierra y de la Humanidad.
EL BIEN COMUN –ALTERNATIVA POLITICA-

El Bien Común es el conjunto de condiciones sociales que permite y favorecen en los seres humanos el desarrollo integral de todos y cada uno de los miembros de la comunidad.
El Bien Común dinamiza el desenvolvimiento de un orden social justo que armoniza los aspectos individuales y sociales de la vida humana.

Esta corriente de pensamiento filosófico, humano y político no es nuevo, porque Platón y su discípulo Aristóteles ( a.C.) ya lo conceptualizaban y lo veían como un orden lógico de ordenamiento y funcionamiento de las sociedades.

El mismo Jesucristo en sus enseñanzas cristianas, nos legó todos esos principios del Bien Común que tienen implícitos la justicia, la seguridad, la defensa del interés general, el respeto y la protección de la persona y sus derechos, y el amor a nuestros semejantes.

El Bien Común, es “bien” porque da satisfacción a las necesidades del ser humano en su entera naturaleza espiritual, moral y corporal, proporcionándole la paz, la cultura y todo lo necesario para el desenvolvimiento pleno de su existencia. Y es “común” porque es un bien de la sociedad entera.

El Bien Común es de todos y para todos. No promueve la ventaja de un grupo o clase alguna, sino el beneficio de todos, cualquiera que sea el carácter o la función que las comunidades realicen en la sociedad. No puede excluirse a nadie de los beneficios del bien común argumentando pertenencia a Nación, religión, sexo, raza, convicción política ó posición social.

Esta generación debe cuidar responsablemente los bienes y recursos necesarios para las generaciones por venir. No debe tampoco sacrificar los fines trascendentales del ser humano en función de la colectividad : si el bien común atentara contra el fin trascendente de una sola persona, dejaría de ser bien y dejaría de ser común.

Estos principios aplicados a una realidad actual en nuestro país ( y en el mundo entero ) debería mantener un perfecto equilibrio : ni el desarrollo lineal de la modernidad capitalista, ni un fundamentalismo indígena con mirada al pasado. Es una orientación nueva, teniendo en cuenta las exigencias de la salvación del planeta y de los pueblos.

En el actual contexto marcado por las crisis, particularmente la referida al calentamiento global, ha cobrado mayor vigencia la demanda de un cambio de paradigma.
Estos principios, que quizá durante muchos años se guardaron y no se discutieron, son hoy día tema de gran actualidad y principios que los grandes pensadores, los intelectuales y los políticos han retomado y se discuten en grandes foros internacionales.

¿Y qué ha significado este aporte en el debate y la reflexión internacional?

Toda esta filosofía en general, es lo que se puede llamar una cosmovisión, es otro tipo de relación con la naturaleza -esto es uno de los aspectos- y también otra manera de utilizar los bienes de la naturaleza, es un aporte que puede ser muy importante, desde el punto de vista de una crítica al modelo de desarrollo capitalista, que en la historia de la humanidad fue como un paréntesis, porque está llegando hacia su extinción, a límites que ya son casi insuperables.

Un segundo aspecto, más constructivo, es ver la manera de vivir colectivamente en forma armónica; en armonía con la naturaleza, en armonía social. En las sociedades indígenas -sin olvidar que también han vivido conflictos e imperios- el acento sobre la comunidad, sobre la solidaridad, conlleva a una manera de vivir que no es tan contrastada socialmente, como la que tenemos ahora.

Así, aprovechando toda esta riqueza, podemos reconstruir una manera conceptual y finalmente práctica de realizar al mismo tiempo la presencia del ser humano en la naturaleza, como parte de la naturaleza -vista como fuente de vida y no como fuente de explotación-, y la manera de vivir sin este afán, siempre más grande, de acumular y de consumir, que es la fuerza del capitalismo. Y así llegar a una manera de producir bienes y servicios en función de las necesidades humanas, vistas dentro del conjunto de la relación con la naturaleza y no en función solamente de la ganancia. Es decir, una filosofía económica totalmente diferente.

Adicionalmente, hay elementos como la forma democrática de organizar todas las relaciones sociales. No decimos que las sociedades indígenas son perfectas en este sentido, pero allí hay por lo menos un sentido de solidaridad, un sentido de la primacía del grupo, de la comunidad sobre el individuo, que debemos retomar de verdad. La civilización occidental ha sido una reacción contra una cierta dictadura de la comunidad sobre el individuo, y ha valorizado el individuo, lo que es un aporte seguramente también importante; pero con el modelo económico capitalista, ha llegado a una exacerbación del individualismo, que es evidentemente contrario al bienestar general, al bien vivir general del grupo humano. Y finalmente, acoger la idea de una multiculturalidad, de no identificar desarrollo con occidentalización, sino de ver todo lo que otras culturas, religiones, filosofías, saberes pueden justamente aportar para un bien común general de los costarricenses y de la humanidad.

Ya se ha presentado en las Naciones Unidas, y en la UNESCO, una declaración universal del bien común de la humanidad, construida sobre estos cuatro ejes:
1.- la relación entre seres humanos y la naturaleza, teniendo en cuenta que hay solo un planeta disponible para la humanidad.
2.- otra definición de la economía con un valor prioritario de uso y no de cambio.
3.- la democratización de todas las relaciones sociales, incluidas las relaciones de género, y de todas las instituciones.
4.- la multi e interculturalidad, la formulación de la ética necesaria a la cohesión social.
Hay varias raíces -como en todos esos fenómenos- y una raíz es evidentemente una conciencia siempre mayor del problema del cambio climático.

Poco a poco se percibe mejor, en la conciencia generalizada, que este cambio climático no es solamente un accidente, que no es solo un ciclo natural -aunque puede serlo en parte- sino que en gran parte está provocado por la actividad humana, es decir por la actividad industrial, por el modelo de desarrollo que tenemos ahora. Eso hace reflexionar justamente a la necesidad de otros parámetros.

La crisis económica acelerada también ha ayudado, a una cierta toma de conciencia, no tanto en los medios oficiales, ni entre aquellos economistas que piensan que con medidas económicas van a resolver el problema, sin integrar estas nuevas dimensiones.
Pero en la opinión pública, poco a poco, hay la conciencia de que estamos frente a un problema donde, si no cambiamos, estamos realmente en una situación muy inquietante. Así, todo eso ha permitido, justamente, la emergencia de un cierto interés, de una cierta búsqueda de conceptos nuevos.

En Europa hay un concepto que no pareciera el mas lógico, que es el de descrecimiento, décroissance.
Puede ser una buena idea, pero un mal concepto, porque hablar de descrecimiento está muy bien para la gente que tiene todo lo necesario y más; pero hablar a los pobres sobre des-crecimiento es un concepto que no parece adecuado ni justo. Sin embargo, la idea sí es interesante. Es interesante también en América Latina cómo en el movimiento indígena hay todo este redescubrimiento de conceptos y valores tradicionales, que hoy pueden contribuir.
En el sistema capitalista hay muchos intereses poderosos atrincherados que van a resistir a un cambio de modelo.

¿Qué camino existe para que vayan creciendo estas ideas y logrando cambios reales?

En este sentido no hay milagros. Es evidente que el sistema va a defenderse y encontrar todos los medios, aun sus propias contradicciones, para poder reproducirse.
Eso va a ser extremadamente duro y el sistema puede ser -y ha sido ya en la historia- sumamente violento, aunque en Costa Rica combatiríamos ese riesgo con educación, comunicación y dialogo de forma que la ciudadanía comprenda y se identifique con la meta que se quiere alcanzar. Así, no podemos pensar que las cosas van a evolucionar por sí mismas.
Es solamente con una acumulación de fuerzas, de movimientos sociales, de intelectuales, que vamos a poder lograr y conquistar una transformación. Es por eso que la responsabilidad de los movimientos sociales, de los partidos políticos con pensamiento social, del pensamiento intelectual -para justamente ayudar con un pensamiento a mediano/largo plazo-, es absolutamente fundamental.

Si no tenemos éxito en reunirnos, en hacer converger fuerzas, no vamos a lograr el fin del sistema actual; puede ser que se acabe por su propia lógica de explotación y de destrucción, pero va a destruir a todo el mundo, y no solamente a sí mismo, por eso debemos hacer una labor hormiga dando a conocer el concepto con familiares, amigos y vecinos.

Todos esos esfuerzos, unidos al del Foro Social Mundial, del Foro Mundial de Alternativas de pensamiento, de agrupación de los movimientos sociales, la idea también de una Quinta Internacional, (a pesar de que la palabra puede eventualmente no complacer a cierta gente), todas estas ideas son fundamentales para llegar justamente a una mayor convergencia de acción, porque las cosas no se realizan solamente pensando y discutiendo, sino que está claro que se debe actuar.

Ese es el motivo por el cual se les a invitado a ustedes a ser parte de ésta generación que pretende llegar a ocupar los puestos de mando y transformar de verdad la forma de ver, entender y practicar la política. No podemos esperar resultados distintos si seguimos haciendo lo que hasta ahora se ha hecho, y quienes fuimos formados bajo principios cristianos, tenemos una responsabilidad y una obligación de actuar y de participar de ésta instauración de lo que será la política a partir de ahora y que será la corriente a seguir por las futuras generaciones. Es el momento de pensar en una nueva República, la nueva Costa Rica proyectada a futuro.

¿Y COMO DEBE SER UN GOBIERNO BASADO EN EL BIEN COMUN?

En el ejercicio del Bien Común deben repartirse las cargas de acuerdo a las posibilidades, y los beneficios en función de las auténticas necesidades de personas y grupos.
Esto se logra a través del correcto ejercicio de la autoridad bajo el criterio de subsidiariedad. No podría construirse el orden social necesario si solo existiera buena fe o buena voluntad, siendo también necesaria la eficacia real en la construcción del bien común. El respeto al Bien Común es lo que preserva, asegura y propicia el desarrollo de los diversos bienes particulares, los cuales se ordenan con base en él.

El Estado tiene como misión cuidar directamente, mediante una amplia planificación y coordinación de la cooperación social, todas las necesidades existenciales de sus miembros, contando con una amplia gama de políticas públicas, además de un amplio sistema de derechos humanos que protejan a las personas en todas las eventualidades de la vida, proporcionándoles la ayuda que necesitan y protegiendo el planeta ó la porción de él que nos corresponde.
Los bienes y organizaciones de carácter público, sumados en armonía, son necesarios para que los individuos, como miembros de la colectividad, cumplan su destino temporal y eterno generando el mayor bien posible.

Al ir logrando metas, van a surgir casi inmediatamente nuevos retos, trabajar y hacer políticas y leyes verdaderamente orientadas al Bien Común será una tarea permanente y una prioridad nacional.
No todo lo que se puede se debe hacer, existen criterios de factibilidad técnica que deben completarse con criterios de exigibilidad ética.

Sin efectivas garantías de los derechos fundamentales del ser humano, no cabe realización alguna del Bien Común, y sin democracia participativa decae el sentido mismo del principio que da origen a ésta nueva forma de política.

La justicia es dar a cada quien lo suyo, lo que le pertenece según sus fines existenciales. Por lo tanto, los bienes comunes han de generarse y disfrutarse con equidad.

CUANDO LA POLITICA NO ESTA ORIENTADA AL BIEN COMUN PIERDE SU ROSTRO HUMANO.

El principio práctico de la aplicación real de ésta nueva forma de administración pública, debe iniciar en nuestras Municipalidades ó Gobiernos Locales.
Estos gobiernos locales deberán gozar de una autonomía casi total, de forma tal que pongan en práctica el Bien Común en sus comunidades ( Cantones ), no sin antes, lograr una organización distrital y a su vez comunitaria ó de barrio, humanizando estos gobiernos locales y convirtiéndolos en un orden social cooperativo y solidario en el que las personas ó habitantes de cada cantón vivan a plenitud el BIEN SER, el BIEN HACER, y el BIEN ESTAR, garantizando que las generaciones por venir, también tengan acceso a estas posibilidades plenificadoras. Quienes lleguen a ocupar los cargos de mando en los gobiernos locales, deberán ser personas de trayectoria moral intachable y bajo el nuevo modelo esa elección cobrará un mayor interés y participación, puesto que el pueblo entenderá que esas personas serán sus gobernantes y no el Poder Ejecutivo.

El vivir del ser humano, es necesariamente un convivir, no solo en el orden físico y biológico, sino sobre todo en el cultural y espiritual. Los seres humanos a pesar de esa inteligencia de la que fuimos dotados, somos una especie frágil, contingente y físicamente perecedera. No todo lo que se puede se debe hacer, por lo tanto deben revisarse todas las leyes existentes, mejorarse algunas, eliminarse otras, y crearse las que falten para lograr ese convivir en armonía entre los seres humanos y el planeta.

La justicia social que anteriormente ya la han planteado algunas corrientes políticas, se promueve mediante la participación de todos en la definición, construcción, realización y disfrute del bien común; y eso es lo que constituye la verdadera democracia participativa.

Cuando la política se ejerce con miras al orden y la justicia en el Estado, comprende el bienestar de las personas en comunidad que se asocian por causa del beneficio mutuo y para el goce de derechos y la realización de obligaciones, en lo que sería un verdadero marco de justicia social.
El ser humano es un todo, pero es, vive y está, en el seno de una realidad humana más amplia, que es la sociedad, donde se realiza a través de diversas comunidades.

La realización del Bien Común es la razón misma de ser de los poderes públicos, los que están obligados a llevarlo a cabo, de manera subsidiaria, junto con personas y comunidades intermedias, en provecho de todo ser humano, respetando una justa jerarquía de valores, y los postulados de las siempre cambiantes circunstancias históricas.

TODA AUTORIDAD PUBLICA Y SEA CUAL SEA EL NIVEL QUE TENGA, ESTA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS, RESIDIENDO SU LEGITIMIDAD EN SU MISION DE ASEGURAR EL DESARRROLLO PERSONAL DE TODOS LO QUE LE ESTAN SUBORDINADOS.

Sócrates, el maestro de Platón dijo :
“…si alguno dice que la justicia consiste en dar a cada uno o que se le debe, y si por esto entiende que el hombre justo no debe más que mal a sus enemigos así como bien a sus amigos, este lenguaje no es el propio de un sabio, porque no es conforme a la verdad, y nosotros acabamos de ver que nunca es justo hacer daño a otro.”

Que nos legó el padre de la filosofía Platón :
«Entonces me sentí irresistiblemente movido a alabar la verdadera filosofía y a proclamar que sólo con su luz se puede reconocer dónde está la justicia en la vida pública y en la vida privada. Así, pues, no acabarán los males para los hombres hasta que llegue la raza de los puros y auténticos filósofos al poder o hasta que los jefes de las ciudades, por una especial gracia de la divinidad no se pongan verdaderamente a filosofar»

Que decía Aristóteles al respecto :
Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombres a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una ciudad-estado no se asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil dentro de la libertad.

Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de los mejores) y república (gobierno de muchos). A esas formas rectas de gobierno se oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por "democracia" el gobierno de los pobres). No se puede decir cuál de las tres es mejor, pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva de las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es más conveniente para un determinado estado (Aristóteles recogió y estudió las constituciones de 158 estados). En principio, toda forma de gobierno es buena si quien gobierna busca el bien de los gobernados.

Veamos que han dicho distintos Pontífices al respecto :
Pío XI : El bien común temporal es el fin específico del Estado. El Bien Común de orden temporal consiste en una paz y seguridad de las cuales las familias y cada uno de los individuos pueden disfrutar en el ejercicio de sus derechos, y al mismo tiempo en la mayor abundancia de bienes espirituales y materiales que sea posible en esta vida mortal.

Pío XII : Toda actividad del Estado, política y económica, está sometida a la realización permanente del bien común; es decir de aquellas condiciones externas que son necesarias al conjunto de los ciudadanos para el desarrollo de sus cualidades y de sus oficios, de su vida material, intelectual y religiosa.

Juan XXIII : Un sano concepto del bien común abarca todo un conjunto de condiciones sociales que permitan a los ciudadanos el desarrollo expedito y pleno de su propia perfección.
En la época actual se considera que el bien común consiste principalmente en la defensa de los deberes y derechos de la persona humana.

Concilio Vaticano II : El bien común abarca el conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección.

Vale acotar que no se debe confundir éste corriente de pensamiento y de organización política, ni con el comunismo, ni con la social democracia y mucho menos con el liberalismo. La ideología liberal profesa la prioridad del individuo sobre la sociedad y el Estado, pero descuida la atención a las condiciones sociales. Contra el liberalismo es preciso afirmar que el Bien Común tiene carácter supraindividual, es un bien social en sí mismo.

El BIEN COMUN se asienta en la naturaleza humana; su centro es el hombre y no es ajeno a los planes de DIOS.
Brevemente repasemos algunos versículos bíblicos :
Romanos 12:10 Aménse los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.

Efesios 4:2 Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.

Isaís 1:17 ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!

Proverbios 31:8-9 ¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!
Francois Marie Arovet Voltaire decía : Los pueblos a quienes no se hace justicia, se la toman por sí mismos, más pronto ó más tarde. También dijo : La pasión por dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano. Y para terminar de citar al ilustre Voltaire, decía que : El tiempo es justiciero y pone cada cosa en su lugar.

El bien común, entendido “común”, como susceptible de ser gozado por todos y cada uno, de los miembros del cuerpo social, sin privilegios de clase, como idea, fue ya sustentada por Platón como objetivo del gobernante, ese ser sabio, guardián del estado, capaz de distribuir equitativamente lo que a cada uno le corresponde, como individuo, que desarrolla su vida dentro de la polis, a la que está intrínsecamente unido, tendiendo al bien de todos que es mucho más que la suma de los bienes personales.

El gobernante no debe aspirar a riquezas personales, ni al beneficio de algunos, sino al de la totalidad. Como dato curioso, Platón distingue la moral del gobernante como persona que debe ser intachable, y la moral de la política, que puede utilizar ciertos medios que no son aceptables en el plano personal, como mentir, si es por el bien de todos. Aristóteles desarrolló más aún esta idea, entendiendo ese fin del bien de todos, como una virtud.

Los romanos distinguieron entre las cosas extrapatrimoniales, aquellas que eran comunes a toda la humanidad, como el aire o el agua corriente, y las cosas públicas, que pertenecían al pueblo romano, como algo distinto de los individuos que lo componen, y esas cosas como bienes sujetos al goce popular. Cicerón, consideró a los hombres como iguales, aunque desde una visión aristocrática.

La Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino (1225-1274) vuelve a poner ese concepto en consideración, cuando afirma que el objetivo de las leyes es el bien común, objetivo de todo gobierno, que es el bien de todos, como medio para lograr el fin último, que es la gracia de Dios.

En el siglo XVI, Erasmo de Rotterdam (1466-1536) se destacó como pacifista, considerando que la única guerra justa era la que se hacía en legítima defensa, no cuando se inicia el ataque, ya que esto no sería para el bien común, criticando a Maquiavelo en su particular visión del bien común.
En efecto, sostuvo Maquivelo (1467-1527), en su obra “El Príncipe” donde analiza la realidad política de los estados en su evolución histórica, que el bien común era el bien del estado, representado en el príncipe, al que se subordinan todos los bienes individuales. Conviene sin embargo, al príncipe tender al bien de todos para sostener su poder, pero sin ser magnánimo. Al príncipe se le debe respetar e incluso temer, aunque no en la extrema medida que se llegue a despreciarlo. Vemos que Maquiavelo también necesita lograr el bien común como objetivo del estado, pero con una finalidad práctica, y no moral. El Príncipe necesita consenso para , mantenerse en el poder, pero ese bien común, se logra a costa de cualquier medio, incluso, a costa de ciertos individuos.

En 1516, Tomás Moro escribe la “Utopía”, donde habla de un bien común que trasciende a los pueblos particulares, para lograr un orden jurídico de toda la humanidad, en vistas a su bien común, como un derecho natural vigente y justo.

La Iglesia católica, a partir de la encíclica, Rerum Novarum (1891) ha incorporado ese concepto, bregando por mayor solidaridad con respecto a los más necesitados, reconociendo a los obreros el aporte que al bien común, realizan con su trabajo, por lo cual sus necesidades básicas deben ser satisfechas, con la colaboración de todos los ciudadanos.

El filósofo católico Jacques Maritain, (1882-1973) expuso en su obra “La persona humana y el bien común” al bien común, como lo que trasciende al bien particular de cada uno, que debe tender al bien del conjunto social, y al mismo tiempo, al desarrollo individual, no solo material sino fundamentalmente moral. El hombre, individuo en su materia, y persona en su espíritu, se realiza en plenitud dentro de la sociedad, y para aportar a la sociedad. Hay una interdependencia recíproca entre persona y estado, por la cual el hombre engrandece al cuerpo social, y a su vez él crece en su dimensión personal, en vistas a su trascendencia. La autoridad a través de leyes justas (las injustas no serían leyes) debe redistribuir los bienes sociales, respetando los derechos de cada uno, en beneficio de las personas, tendiendo a su perfección y asegurando su protección desde el estado.

A fines del siglo XVIII Immanuel Kant, intenta crear una ética universal, estableciendo un deber moral que pueda aplicarse en cualquier tiempo y lugar, creando su imperativo categórico, poniendo como máxima a realizar: “obrar de tal modo que puedas querer que tus actos puedan ser ley para todos”. Así el obrar bien se convierte en un deber, no solo para cada persona en particular, sino aún para el estado. Un estado es justo para Kant, cuando sus leyes establezcan a los ciudadanos obrar bien como deber. Kant dijo : "la injusticia cometida se ejerce unicamente en el sentido de que no respetan el concepto del derecho, unico principio de la paz perpétua"
Benito Juárez, político liberal mexicano dijo : "Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz"

El excesivo individualismo de nuestra era, no debe hacernos perder el punto de vista de que la propiedad cumple una función social, y que el bien de todos es mucho más que unos pocos puedan acceder a la gran cantidad de bienes de consumo y adelantos tecnológicos, dejando a otros en la pobreza y en la marginalidad.

¿QUE ELEMENTOS COMPONEN LA VIDA?
La vida como la conocemos tiene cuatro componentes principales que no pueden aislarse uno de otro. Dios como creador de vida, el planeta Tierra que es el único mundo que tenemos para habitar, el Universo del cuál es parte el planeta Tierra y los seres vivos que habitamos en ella.
En ese sentido es imperativo lograr una total armonía entre estos cuatros elementos para asegurar la conservación de las especies y del ser humano y lograr una vida plena tanto terrenal como espiritual. Es decir que, todo ordenamiento social ó político debe estar conceptualizado a mantener esa armonía entre el Universo, el planeta Tierra, Dios y los ciudadanos del mundo, y Costa Rica será pionera en lograr un Gobierno que tenga en todas, absolutamente en todas sus decisiones un Norte claro y bien definido que será siempre EL BIEN COMUN.
PARTIDO RESURGIR DEL BIEN COMUN
ESTATUTO

CAPITULO UNO
DISPOSICIONES GENERALES

ARTICULO I. De su nombre e ideología.
El Partido Resurgir del Bien Común, en lo sucesivo denominado "el Partido", adopta su nombre como un retomar de los verdaderos principios del bien común, los cuales siempre han debido ser el fin principal de la política, anexando a éstos el respeto a los derechos del planeta, a que sus habitantes le cuidemos y le regeneremos. El partido tiene carácter nacional y participará en las elecciones para Presidente y Vicepresidentes de la República, Diputados a la Asamblea Legislativa y a la Asamblea Nacional Constituyente y para los cargos de elección popular del Régimen Municipal, y en cualquier otro proceso electoral debidamente convocado por el Tribunal Supremo de Elecciones, y está organizado de acuerdo con la Constitución Política y la legislación electoral vigente.
El Partido se inspira en los principios de solidaridad, humanismo, bien común, progreso, democracia, justicia social, honestidad y paz, que han caracterizado al pueblo costarricense, así como en igualdad de derechos de gozar de los bienes comunes que el Estado administra. El Partido no subordinará su acción política a las disposiciones de organizaciones o estados extranjeros, y promete formalmente respetar y defender la actual Constitución Política ó una nueva si la hubiere, el estado social de derecho y el sistema de democracia representativa de la República de Costa Rica.


ARTICULO II. De la divisa.
La divisa del Partido está formada por un cuadro rectangular de base color blanco y cuyo lado base será 1.5 con relación al alto. En la esquina superior izquierda ira un triángulo rectángulo color celeste cuyo ángulo va en la esquinas inferior izquierda y el segundo ángulo va en el centro de la divisa en la parte superior. Un segundo triángulo rectángulo color verde claro irá colocado en la esquina inferior derecha y uno de sus ángulos irá en el centro de la divisa en la parte inferior y el otro ángulo va en la esquina superior derecha. Además tendrá colocado en el centro la representación de un mundo rodeado por manos, y la palabra RESURGIR en la parte superior y centrada, y también centrada pero en la parte inferior las palabras BIEN COMUN.

ARTICULO III. De los principios doctrinarios e ideológicos.
El partido adopta como principio doctrinario el Bien Común, entendiéndose que es “bien” porque da satisfacción a las necesidades del ser humano en su entera naturaleza espiritual, moral y corporal, proporcionándole las oportunidades, la paz, la cultura y todo lo necesario para el desenvolvimiento pleno de su existencia. Y es “común” porque es un bien de la sociedad entera.
El Bien Común es de todos y para todos. No promueve ni promoverá jamás la ventaja de un grupo o clase alguna, sino el beneficio de todos, cualquiera que sea el carácter o la función que los individuos ó las comunidades realicen en la sociedad. No puede excluirse a nadie de los beneficios del bien común argumentando pertenencia a Nación, religión, sexo, preferencia sexual, raza, convicción política ó posición social.
El partido se compromete a cuidar responsablemente los bienes y recursos necesarios para las generaciones por venir, teniendo en cuenta los derechos del planeta a su preservación y exigiendo a quienes habitamos en él a colaborar en la salvación del mismo y de los pueblos, promoviendo otro tipo de relación con la naturaleza y también otra manera de utilizar los bienes que de ella obtenemos, teniendo como fin último, una manera de vivir colectivamente en forma armónica; en armonía con la naturaleza, en armonía social.
Los planes y programas para Gobiernos del Partido, serán siempre sustentados en los principios y finalidades que inspiran este Estatuto y su razón de ser, tomando en cuenta la realidad en cada momento y las prioridades que lleven al goce del bien común por parte de todos, iniciando siempre por las clases mas desprotegidas y obliga al Partido y a todos sus miembros a una acción sostenida para su logro y su realización. El partido reconoce como derechos irrenunciables y no enajenables del hombre, el derecho a la vida y a un goce de la misma con dignidad, a la libertad incondicional y a la inviolabilidad de la propiedad.

ARTICULO IV. Lo que ofrecemos al costarricense.
a. Servir a Costa Rica como instrumento promotor del desarrollo humano, orientado por los valores del Humanismo, la solidaridad y el goce equitativo de las riquezas, de los bienes y servicios que se puedan conseguir con esa riqueza.
b. Propiciar el Bien Común, entendido como el conjunto de las condiciones políticas, económicas, sociales, tecnológicas, ambientales, culturales y espirituales que permiten a todos los miembros de la sociedad costarricense desarrollarse plenamente y con dignidad como personas.
c. Impulsar como partido activo en la política nacional, programas urgentes para brindar una protección especial del Estado Costarricense a quienes vivan en pobreza extrema ó condiciones de miseria e indigencia. Y como partido de gobierno, ejecutar con carácter de urgencia dichos programas.
d. Impulsar el desarrollo integral de Costa Rica, mediante la dignificación de los trabajadores a través del trabajo, el incremento de la producción y la productividad respetando y cuidando el planeta, sus recursos y todos sus ecosistemas.
e. Promover, fortalecer y defender el estado social de derecho.
f. Revisar, fortalecer y ampliar las instituciones republicanas y democráticas.
g. Promover la participación de todos los costarricenses sin ningún tipo de discriminación en las actividades que son fundamentales para la vida nacional.
h. Promover, fortalecer y defender la dignidad de la persona humana.
i. Garantizar la representación de géneros en todos los órganos del Partido y en los gobiernos que asumamos de conformidad con lo establecido en la Ley y este Estatuto.



ARTICULO V - De nuestros objetivos
Las objetivos que el partido Resurgir se compromete a alcanzar son :
a. Promover el estudio y conocimiento de la filosofía que da origen al Bien Común, al Humanismo y a la solidaridad entre los seres humanos, porque tenemos claro que un verdadero cambio en la humanidad será posible cuando los principios del Bien Común sean adoptados en los corazones de cada persona.
b. Participar en todas las elecciones que convoque el TSE, y demostrar mediante el ejemplo en las campañas, que nuestras propuestas son transparentes y siempre tendrán como fin último el bien común de quienes vivimos en Costa Rica, cuidando siempre la porción del planeta que nos corresponde cuidar.
c. Alcanzar el poder público y político para realizar un modelo de gobierno basado en el Bien Común cuyas metas esenciales sean el progreso y pleno bienestar del pueblo costarricense en un marco de paz, libertad, solidaridad, democracia, cultura, justicia social, equidad y protección al medio ambiente.
d. Realizar un permanente análisis de la realidad nacional para proponer soluciones a los problemas, tanto como el partido en el poder ó como partido de oposición, todo dentro de una concepción cósmica del hombre, de la sociedad, de la madre Tierra, del Ser Supremo, del Estado y de las demás Naciones del mundo.
e. Mantener una comunicación constante con los ciudadanos, informando el camino que deberá trazarse para poder conseguir cada uno de los logros que se quieran alcanzar, así como una constante motivación para que los ciudadanos notables y de conducta intachable, participen activamente de la política nacional.
f. Mantenerse como una institución política permanente, organizada ideológica y programática, democrática y participativa en el contexto de los mejores valores y tradiciones costarricenses, respetando la legislación que regula la democracia costarricense.
g. Promover una amplia participación popular de todos los sectores como militantes del partido y que sean participes también en la toma de decisiones, en la conducción del Partido y en las elecciones internas, tanto para los cargos en los distintos comités como para las papeletas y cargos de elección popular.
h. Motivar a los militantes y simpatizantes del partido a que contribuyan de acuerdo a sus posibilidades con el financiamiento del partido.
i. Manifestarse públicamente en torno a los problemas nacionales, participar en foros y plantear soluciones inspiradas en el marco del buen sentido común y del Bien Común.

CAPITULO DOS
DE SU ORGANIZACIÓN

ARTICULO VI. De su estructura
El partido Resurgir del Bien Común está organizado de la siguiente forma :
a. Un comité distrital con representación legal, conformado por un presidente, un vicepresidente, un secretario, un tesorero y un fiscal, en cada distrito administrativo, que organizará la Asamblea Distrital cada dos años, dónde participarán los ciudadanos del distrito que se encuentren inscritos como miembros militantes del partido y donde se elegirán cinco miembros titulares y cinco suplentes para representar al Distrito en la Asamblea Cantonal.
b. Un comité Cantonal con representación legal, conformado por un presidente, un tesorero, un secretario y un fiscal, en cada cantón administrativo, que organizará la Asamblea Cantonal cada dos años, y donde se elegirán cinco miembros titulares y cinco suplentes para representar al Cantón en la Asamblea Provincial.
c. Un comité provincial con representación legal, conformado por un presidente, un tesorero, un secretario y un fiscal, en cada provincia, que organizará la Asamblea Provincial cada dos años, y donde se elegirán diez miembros titulares y diez suplentes para representar la provincia en la Asamblea Nacional del Partido.
d. La Asamblea Nacional se realizará cada dos años y es la autoridad máxima del Partido y en sus asambleas se elegirá un Comité Ejecutivo que tendrá la representación legal de la Asamblea Nacional y por consiguiente se constituye en la máxima autoridad del partido. Además, en la Asamblea Nacional se elegirán a las personas que conformarán el Tribunal de Disciplina y Etica, y el Tribunal de Elecciones Internas.
Para que exista quórum en cualquiera de las Asambleas, deberán estar presentes al menos una mayoría absoluta, es decir la mitad más uno. De la misma forma, los acuerdos deberán ser tomados por mayoría absoluta, la mitad más uno de los asistentes.
Las funciones, derechos y deberes de cada una de las Asambleas, así como del Comité Ejecutivo, serán regidos por este Estatuto y por los respectivos reglamentos internos.

ARTICULO VII – De las funciones de los miembros de los comités distritales, cantonales y provinciales.
Los miembros de los diferentes Comité Ejecutivos tendrán las siguientes funciones:
a. El Presidente presidirá las reuniones de sus respectivos órganos de dirección, y en caso de ausencia, dicha función será asumida por el Fiscal. Firmará junto a cualquier miembro del directorio el Acta correspondiente a la reunión celebrada.
b. El Secretario llevará un libro de actas con todo lo actuado por el comité en cada una de las reuniones correspondientes, es el encargado de convocar a los miembros afiliados e invitados especiales a las asambleas y/o reuniones partidarias.
c. El Tesorero de los respectivos comités, será el encargado de manejar temporalmente los dineros que ingresen por contribuciones y donaciones de su respectivo distrito, cantón ó provincia, teniendo que ser informada la Tesorería General del Comité Ejecutivo Nacional sobre dichos ingresos para que sea el Organo Superior el que disponga y autorice el uso de dichos recursos, y será el responsable por el orden y las cuentas claras del destino del dinero, presentando por escrito un informe financiero detallado de los ingresos y egresos al Titular del Comité Ejecutivo Nacional.
d. El Fiscal deberá ser un titular del Comité Ejecutivo Nacional, que fiscalizará siempre cada Asamblea y que podrá representar a cualquier miembro del directorio en su ausencia.


ARTICULO VIII. De los miembros del Comité Ejecutivo Nacional.
Son funciones generales y potestades del Comité Ejecutivo Nacional :
a. Sus miembros no necesitarán invitación expresa para presentarse y participar activamente en cualquiera de las Asambleas Distritales, Cantonales ó Provinciales.
b. Estudiarán y luego aprobarán o bien rechazarán, total o parcialmente, el presupuesto anual del partido.
c. Convocará a la Asamblea Nacional del partido.

ARTICULO IX. De la Asamblea Nacional.
1.- La Asamblea Nacional en funciones será la máxima autoridad del partido, y sus resoluciones tendrán carácter de obligatoriedad para todos sus organismos, comités, dirigentes y miembros afiliados.
2.- Esta Asamblea estará constituida por diez delegados de cada provincia y sus respectivos suplentes, electos por las respectivas asambleas provinciales.
3.- La Asamblea Nacional será presidida por los miembros del Comité Ejecutivo Nacional.
4.- La Asamblea Nacional celebrará, como mínimo, reuniones ordinarias cada dos años.
5.- Esta Asamblea sesionará siempre que se requiera para un fin determinado en forma extraordinaria, siempre que se cuente con el quórum necesario establecido por éste Estatuto y lo que determina el Tribunal.
Ambas Asambleas, ordinaria ó extraordinaria, podrán ser convocadas por acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional.


ARTICULO X. De las funciones de la Asamblea Nacional.

Entre las funciones de la Asamblea Nacional se destacan:
a. Elegir a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional y sus respectivos suplentes.
b. Elegir a los candidatos oficiales del partido que optarán a la Presidencia y Vice-Presidencia de la República, lo mismo a los candidatos a diputados a la Asamblea Legislativa y a una Asamblea Constituyente.
c. Conocerá y aprobará los reglamentos que otros comités redacten para su buen funcionamiento y conocerá las inquietudes para reformar total o parcialmente, el contenido del presente Estatuto ó los Reglamentos Internos.
d. Dictará las líneas generales de las actividades del partido.
e. Conocerá y dictará su resolución en aspectos denunciados ó detectados que puedan afectar la buena imagen del partido, y sobre asuntos de controversia interna que puedan generar polémica e inconformidad entre los miembros del partido.
f. Conocerá de las actuaciones y actitudes de los miembros del partido que ostenten cargos públicos en las diversas instancias del gobierno.
g. Creará un Tribunal de Disciplina y Etica para analizar, deliberar, recomendar y expulsar cuando el caso así lo amerite, a los miembros que hayan afectado o estén afectando la imagen y desarrollo del partido.
h. Se redactará un Informe General, el cual deberá presentarse a la opinión pública al cierre de cada Asamblea Nacional.
i. Conocerá y resolverá sobre otros asuntos que los asambleístas consideren necesario tratar.
j. Creará un reglamento que rija el buen funcionamiento de las fracciones parlamentarias y municipales.

ARTICULO XI. De las funciones del presidente del Comité Ejecutivo Nacional
A la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional le corresponden específicamente, las siguientes funciones:
a. La representación oficial del Partido ante las autoridades nacionales e internacionales y en aquellos actos a los que el Partido deba asistir, función que recaerá en el candidato a la Presidencia una vez que se elija.
b. Ejercer, junto con la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional, la representación judicial y extrajudicial del Partido, con carácter de Apoderado Generalísimo sin límite de suma, de acuerdo con las disposiciones del artículo mil doscientos cincuenta y tres del Código Civil.
c. La Presidencia podrá delegar su poder, en todo o en parte, en cualquier otro miembro del Comité Ejecutivo Nacional.
d. Ejercer su autoridad para que las disposiciones fijadas por los órganos del Partido sean cumplidas, y se respeten a cabalidad las normas y principios de este Estatuto, del Bien Común y de la Carta Compromiso que será presentada a los costarricenses.
e. Otras atribuciones que la Ley, éste Estatuto ó reglamento le señale.


ARTICULO XII. De las funciones del Secretario del Comité Ejecutivo Nacional.
A la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional, le corresponden específicamente las siguientes funciones:
a. Ejercer, junto con la Presidencia, la representación judicial y extrajudicial del Partido, con carácter de Apoderado Generalísimo sin límite de suma, de acuerdo con las disposiciones del artículo mil doscientos cincuenta y tres del Código Civil.
b. Coordinar el trabajo y las relaciones de los órganos superiores con todos los miembros de la estructura organizativa del Partido y sus distintos comités.
c. Ejercer su autoridad para que las disposiciones fijadas por los órganos del Partido sean cumplidas, y se respeten a cabalidad las normas y principios de éste Estatuto, del Bien Común y de la Carta Compromiso que será presentada a los costarricenses.
d. Mantener actualizado y custodiado el Registro de miembros afiliados previsto por este Estatuto.
e. Velar por la legalidad de todas las actuaciones de los órganos internos del Partido.
f. Otras atribuciones que la Ley, éste Estatuto ó reglamento le señale.

ARTÍCULO XIII. De las funciones del Tesorero del Comité Ejecutivo Nacional.
Corresponde a la Tesorería del Comité Ejecutivo Superior, como funciones propias y específicas:
a. Controlar el manejo financiero y contable del Partido, velando por la aplicación estricta de todas las normas electorales y legales que rigen la materia, en especial las disposiciones dictadas al efecto por el Tribunal Supremo de Elecciones y por la Contraloría General de la República.
b. Presentar informes trimestrales al Comité Ejecutivo Nacional con copia al Tribunal Supremo de Elecciones, e informes mensuales en periodo de campaña política, y un informe anual a la Asamblea Nacional.
c. Llevar un registro de las contribuciones económicas de cualquier índole que reciba el Partido, conforme a lo establecido en el artículo 176 bis del Código Electoral.
d. Las demás funciones que le señalen la ley, este Estatuto y los Reglamentos del Partido.

ARTICULO XIV. De los Tribunales Internos del Partido.
La Asamblea Nacional nombrará dos Tribunales Internos del Partido :
1.- Un Tribunal Interno de Elecciones que se encargará de organizar, coordinar y fiscalizar en conjunto con los distintos Comités, las elecciones Internas del Partido para la elección de candidato a la Presidencia de la República.
2.- Un Tribunal Interno de Disciplina y Etica que analizará, deliberará, recomendará y expulsará cuando el caso así lo amerite, a los miembros que hayan afectado o estén afectando la imagen y el sano comportamiento y actuación en el acontecer político nacional del partido.

ARTICULO XV. De la acreditación y juramentación de los miembros.
Los miembros del partido nombrados para que ocupen los cargos de dirección de los diversos comités ó tribunales del Partido deberán ratificarse y juramentarse dentro del primer semestre del año anterior al de las elecciones generales nacionales.
Los titulares durarán en sus cargos dos años a partir de su nombramiento y juramentación, aunque pueden ser reelegidos. En caso de que se requiriera sustituir a algún delegado a las Asambleas Cantonales, Provinciales o Nacional, el Comité Ejecutivo Nacional se encargará de convocar para éste efecto.
Todo nombramiento se considerará automáticamente prorrogado, y así se consignará en el Registro, hasta tanto no se inscriba formalmente el nombre del nuevo miembro designado.
Los designados para integrar órganos de Dirección y mando del Partido, deberán ser juramentados ante el comité o ante la representación del organismo que los eligió. La simple adhesión ó aceptación de una postulación para cualquier tipo de cargo con otro partido político, implica la renuncia tácita al Partido y será el Tribunal de Disciplina y Etica el órgano interno que revisará y se pronunciará sobre dicha actuación del miembro citado.

ARTICULO XVI - De los libros de Actas
Todos los comités del Partido y otros órganos a cualquier nivel, asentarán sus acuerdos en un Libro de actas, el cual será autorizado por el titular de la Secretaría General del Partido, excepto el Libro de Actas de la Asamblea Nacional que debe ser legalizado por el Tribunal Supremo de Elecciones.
En cada acta deberá indicarse el nombre de las personas que asistieron a la reunión y el de quienes actuaron como Presidente y Secretario de la misma; también deberá consignarse la forma en que se realizó la convocatoria y la existencia del quórum respectivo.
Se asentará, por separado, cada uno de los acuerdos tomados; se señalará si el acuerdo fue o no declarado firme. Si hubiere alguna posición contraria a algún acuerdo, y si el miembro desea que su posición sea consignada en actas, deberá transcribirse para que quede su posición en dicha acta. Las actas serán firmadas por el Presidente y el Secretario respectivos.
En las Actas de las Asambleas Cantonales, Provinciales y Nacional, además del nombre de los asistentes, se consignará su firma. Los acuerdos serán firmes, salvo que se disponga lo contrario.


ARTICULO XVII. De los miembros afiliados del partido y sus deberes.
Se consideran miembros afiliados del Partido todos los hombres y las mujeres costarricenses que:
a. Conozcan y se adhieran a sus principios doctrinarios, posiciones ideológicas, estatutarias y políticas mediante la firma de una adhesión que se mantendrá en un Registro de Miembros Afiliados custodiado por la Secretaría General del Partido.
b. Cumplan los reglamentos y las disposiciones del Partido y participen activamente en las labores derivadas de este Estatuto y aquellas que promuevan los organismos del Partido.
c. Contribuyan financieramente, en la medida de sus posibilidades económicas, para sufragar los gastos del Partido.
d. Ejecuten las actividades específicas que las autoridades del Partido les encomienden.
e. Mantengan en todo momento, un correcto comportamiento ético y moral.


ARTICULO XVIII. De los derechos de los miembros afiliados
Son derechos de los miembros afiliados del Partido:
a. Formular ante los distintos organismos del Partido, las observaciones y recomendaciones que consideren necesarias para su buena marcha.
b. Ser designados para ejercer cargos directivos dentro del Partido, asumiendo el compromiso de cumplir con las reglamentos correspondientes.
c. Emitir el voto en los procesos electorales internos conforme a este Estatuto y la Ley.
d. Ser postulado, en nombre del Partido, para cargos de elección popular, siempre que satisfaga los requisitos que señale la ley, este Estatuto y los respectivos Reglamentos.
e. Intervenir en la elaboración de estrategias y en la fijación de posiciones del Partido frente a los problemas nacionales, cantonales y distritales, las que se tramitarán por los conductos reglamentarios y con estricto respeto a los principios de la democracia y a los principios del Bien Común.
f. Plantear ante el Tribunal de Ética y Disciplina las denuncias, que en razón de acciones de militantes o de organismos del Partido, juzgue procedentes y merecedoras de estudio y sanción.

ARTICULO XIX. De los requisitos para poder ser candidato.
Para ser postulado por el Partido, a cualquiera de los cargos de elección popular -además de los otros requisitos que establezcan la ley y este Estatuto- es condición indispensable cumplir los requisitos que establece la Constitución Política y haber estado como miembro afiliado del Partido, con una militancia continua y claramente verificable de por lo menos dos años anteriores al día de la respectiva elección convocada por el Tribunal Supremo de Elecciones.
La suspensión de la militancia por el desempeño de un cargo público con prohibición de participación política, en una administración del partido, no interrumpe la continuidad.
La aceptación de la postulación para cualquier tipo de cargo en otro partido político implica la renuncia tácita al Partido.
Sin embargo, si fuese llamado para ejercer un cargo público en una administración/gobierno de otro partido, podrá solicitar por escrito al comité ejecutivo su permiso para que pueda cumplir del sagrado mandato de servir a la patria sin perder su continuidad de militante del partido.

ARTICULO XX. De la designación de candidatos
La designación de candidatos del Partido Resurgir del Bien Común a la Presidencia y Vicepresidencias de la República, diputados a la Asamblea Legislativa y a la Asamblea Nacional constituyente es una facultad exclusiva de la Asamblea Nacional.
En el caso de los candidatos a Vicepresidentes de la República, se tomará en cuenta la recomendación del candidato.
Una vez que el Partido elija su candidato a la Presidencia, éste se convertirá automáticamente e inmediatamente en el representante del partido más importante y será quién asistirá a cualquier actividad como representante de éste partido, y será nombrado miembro honorario del Comité Ejecutivo Nacional con poder de voto y si ya fuera miembro de dicho Comité, tendrá doble voto hasta que sean las elecciones.
En los casos de diputados, se tomará en cuenta la recomendación de la Asamblea General.


ARTICULO XXI. De los candidatos al cargo de Munícipes.
La designación de los candidatos a Munícipes y a todos los cargos de elección popular del Régimen Municipal, es una facultad exclusiva de la correspondiente Asamblea Cantonal.
Para poder participar en el proceso de Elección y ser designado candidato a cualquiera de los cargos de elección popular del Régimen Municipal, es necesario cumplir con los requisitos que establezcan la Constitución Política, el Código Electoral, este Estatuto y sus reglamentos.
Debe también ser residente permanente del cantón, ser reconocido como un miembro distinguido y de conducta intachable de dicho cantón y deberá presentar con la debida antelación ante la Asamblea Cantonal, un programa de lo que pretende realizar en su cantón, acompañado de por lo menos quinientas firmas de apoyo a su candidatura.


ARTICULO XXII. De la designación de candidatos a síndicos.
La designación de los candidatos a Síndicos propietarios y suplentes, es una facultad exclusiva de la correspondiente Asamblea Cantonal, atendiendo la recomendación que hagan los delegados de cada distrito, de conformidad con lo que establece este Estatuto y el respectivo Reglamento.

CAPITULO TRES

DE LA FINANCIACION DEL PARTIDO


ARTICULO XXIII. De la financiación
El Partido Resurgir buscará financiarse mediante contribuciones de sus miembros afiliados y simpatizantes, donaciones de personas física ó jurídicas, y préstamos bancarios cuando se requiera, ajustándose siempre a lo que la Ley dicta en ésta materia y a las disposiciones del Tribunal Supremo de Elecciones, para lo cuál mantendrá abiertos sus libros contables y la información tanto al TSE como a cualquier costarricense.


ARTICULO XXIV. Del uso de la deuda pública.
Cuando el Partido reciba dinero por concepto de deuda pública, será utilizada de la siguiente forma :
a. Deberá destinarse un quince por ciento a educación, seminarios y foros que permitan a los miembros militantes fortalecer su formación política ciudadana y aprender los principios del Bien Común, pensando en que cada vez sean más los militantes y se formen futuros líderes dentro de la agrupación.
b. Un veinte por ciento se destinará a cubrir deudas por concepto de propaganda en las que se hubiere incurrido de la campaña anterior. Si de ese porcentaje sobrara algún dinero, deberá ser donado a alguna obra de bien social.
c. Un sesenta y cinco por ciento se utilizará para cubrir gastos de organización del partido, administrativos y operativos, en todos sus estratos durante el tiempo en que el partido no estará participando en elecciones
El Comité Ejecutivo Nacional es el único ente autorizado para hacer cualquier modificación al Presupuesto sobre la deuda política, cumpliendo siempre lo dispuesto por el Tribunal Supremo de Elecciones.




CAPITULO IX

CONSIDERACIONES FINALES



ARTICULO XXV.
El partido Resurgir del Bien Común, hace suyo el compromiso de respetar defender el espíritu constitucional de la República de Costa Rica y la porción del Planeta que nos corresponde preservar.

ARTICULO XXVI.
El partido Resurgir del Bien Común se compromete en todos sus niveles de Dirección, a no subordinar su acción política a ninguna disposición de organizaciones y/o estados extranjeros.

ARTICULO XXVII.
El partido Resurgir podrá entablar alianzas cuando así lo estime conveniente la Asamblea Nacional y solo para los fines y propósitos que dicha Asamblea señale, siempre y cuando dicha alianza tenga como finalidad el Bien Común.

ARTICULO XXVIII
La reforma total o parcial de los presentes Estatutos sólo podrá realizarse por acuerdo de las dos terceras partes de los representantes legales presentes en una Asamblea Nacional.

ARTICULO XXIX
El presente Estatuto entrará en vigencia en el mismo instante en que se concluya satisfactoriamente todo el trámite de inscripción del partido, en el Departamento del Registro Civil de la República de Costa Rica.-